Manipulación: cómo manipular y no ser manipulado

Chantaje emocional de padres tóxicos

Durante meses, Sofía guardó esta carta para su madre en su bolso, sin poder dársela. En la carta, ella intenta, haciendo hincapié cada palabra para expresar el mal que le hizo con sus numerosas y repetidas observaciones sobre su peso y su futuro marido, su falta de ambición económica o profesional.

"Estoy dispuesta a olvidar todos estos pequeños detalles insignificantes en algunas frases que me has ha dicho (...) pero yo sólo deseo lo que me podría hacer feliz", le rogó la joven. Un deseo legítimo que puede parecer obvio, pero cuando uno tiene la desgracia de tener un padre o madre "tóxico" es a menudo utópico.

¿Por qué algunos padres no parecen capaces de amar lo suficiente, como defiende el psicólogo Donald Winnicott? ¿Cómo entender y aceptar el comportamiento de estos progenitores maliciosos, intrusivos o violentos y especialmente cómo madurar sin estas ausencias del amor de los padres? Aquí verás algunas ideas para reflexionar sobre el chantaje emocionla d epadres tóxicos.

Un padre que no puede mantener a su hijo

"Unos padres tóxicos son unos padres agobiantes, críticos, despectivos, manipuladores que no pueden ofrecer ningún apoyo a su hijo. Estos padres no son necesariamente culpables o abusadores sexuales", nos define primero el psicoterapeuta. Ten cuidado, advierte, "todos somos padres tóxicos alguna vez". ¡Solo somos seres humanos! Podemos tener problemas y enojarnos demasiado con nuestro hijo y no estar disponible de vez en cuando, pero la mayoría de los niños pueden lidiar con estos padres enojados y ausentes, siempre y cuando reciban su dosis de amor y comprensión".

En otras palabras, es necesario diferenciar entre una palabra desafortunada dicha bajo la influencia de una fatiga extrema o nerviosismo que cualquier madre o el padre podrían experimentar un día y las críticas recurrentes que los identificados por la carta de Sofía.

Culpabilidad, abuso verbal, ausencia de palabras de amor...

"Esta mujer que amo, la odio en igual medida, admite Eva, de 42 años. Llevo toda mi infancia cuidando de ella, sufriendo chantaje emocional, para asegurarme de que no se suicida. Cuando llegué a ser anoréxica y el médico fue alertado cuando pesaba 36 kilos, su primera reacción fue de acusarme de hacer eso contra ella, todo pasa por su culpa, el mundo entero le duele, pero nunca tanto como sus hijos, es imposible de agradar, y eso es realmente muy, muy difícil, incluso hoy en día".

Testimonios como los de Sofía y Eva son legión. "Mi padre es verbalmente muy abusivo y mi madre nunca abrazó o me dijo "te quiero". Yo misma me hice la idea de que yo no era digna de ser amado, que era una monstruo y que los demás eran peligrosos" dice Carmen. Y siempre esta misma pregunta: ¿cómo salir de este resentimiento y lograr vivir sin este capital del amor paternal fruto de chantaje emocional?

Chantaje emocional de padres tóxicos

Perdonar para mejorar y dejar de ser una "víctima"

"Debemos asumir que, desafortunadamente, los padres tóxicos y su chantaje emocional no cambiarán con una varita mágica", dice Beatriz Vélez. "No debemos tener esperanzas ilusorias sobre este tema, pero podemos incubar esperanzas realistas para desprendernos de su influencia destructiva". "Estos padres son responsables de lo que le han hecho a este niño, tienen su parte de responsabilidad y el niño no es responsable por lo que le hicieron mientras era un niño indefenso ", insiste el psicoterapeuta. Pero agrega que "el adulto en que se ha convertido en este niño es responsable de las decisiones positivas que puede tomar a partir de ahora para superar estas experiencias".

"Esto es lo que llamo 'el perdón no judeocristiano', perdón egoísta, sólo para ti, para conseguir lo mejor, dice. No soy responsable de lo que me han hecho" antes "pero a partir de ahora te perdono" y decido que seré responsable de mi vida futura y que no tendrás más poder sobre ella". En resumen, ya no serás una víctima.

"Estar en la respuesta y no en la reacción"

Por otra parte, sugiere Beatriz Vélez, "buscar la intención positiva de los padres (y a veces no es fácil) o sus circunstancias atenuantes no cambian la historia, pero ayuda a aumentar tu libre voluntad y tomar nuevas decisiones sobre lo mejor para tu vida futura". Un trabajo en el que se debe aceptar el "coste emocional": "Desde el momento en que te deshagas de tu defensa expresando tu necesidad y tu malestar, es inevitable que surjan sentimientos de rabia, ansiedad, dolor y especialmente pena ", dice el psicólogo.

Para que este enfoque dé sus frutos, es importante, de acuerdo con Beatriz Vélez, estar en "la respuesta más que en la reacción". "Reaccionas cuando te sientes atacado o amenazado emocionalmente. Si te quedas en la 'reacción' todavía dependes de la aprobación del padre tóxico, y le das un poder considerable! Pero si "simplemente respondemos, si somos conscientes de nuestras emociones, entonces las respetamos pero no permitimos que nos lleven a actos impulsivos", explica. En otras palabras, ya no buscarás justificar, "no, no es verdad, no soy malo, no soy ingrato, etc." sino afirmar tus propios sentimientos, decir cosas como tú las sientes. "Soy alguien que lo vale, estoy convencido de ello y ahora me deshago de esa imagen que hiciste de mí".

Así es como Ana, de 34 años, lo hizo con su padre. "Escuché que me contó durante toda mi adolescencia que no tenía el nivel para ser médico. Cuando pasé mi primer año, criticó mi clasificación. Y cuando opté por la medicina general, insinuó que era porque no era lo suficientemente bueno para ser cirujana". En cada ataque, Ana intentó justificarse a sí misma. "Hasta que un día, cuando me di cuenta de que estaba hablando sobre sus propias frustraciones, le dije una noche de Navidad después de otro desagradable intento de menospreciarme, que ya no me afectaba. Estaba feliz con mis pacientes y mis compañeros, y si no estaba contento con eso, no era asunto mío y desde entonces nunca ha dicho nada negativo sobre mí".


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